sábado, 7 de diciembre de 2013

Layer cake de chocolate y arándanos



Lo que en un principio iba a ser una tarta de vainilla pronto se convirtió en una tarta de chocolate y arándanos. Y es que siempre me acaba pasando lo mismo. No importa lo convencida que esté de la receta que quiero preparar, porque siempre que llego al súper a comprar los ingredientes que tengo apuntados en la lista de la compra, acabo cambiando la receta sobre la marcha. Y eso es precisamente lo que me pasó con esta tarta. ¿Me pasa sólo a mí? Sea como sea, no estoy para nada arrepentida de los cambios de última hora, porque la tartita arrasó, no duró ni dos días, y teniendo en cuenta lo atiborrados a dulce que tengo a la gente por aquí, ya tiene mérito.



Pero vamos a lo que realmente importa, que es la receta:

LAYER CAKE DE CHOCOLATE Y ARÁNDANOS

Ingredientes para el bizcocho (molde de 15 cm)

200 g de mantequilla a temperatura ambiente
200 g de azúcar
200 g de harina
3 huevos
2 cucharaditas y media de levadura química tipo Royal
100 g de arándanos
60 ml de leche semidesnatada
2 cucharaditas de esencia de vainilla o vainilla en pasta
Una pizca de sal

Ingredientes para la crema de chocolate

200 ml de nata para montar con un 35% de m.g.
100 g de chocolate con leche para derretir
50 g de mantequilla

Ingredientes para la cobertura de ganache de chocolate

200 ml de nata para montar con un 35% de m.g.
200 g de chocolate negro para derretir


Preparación

Precalienta el horno a 180 º y forra un molde de 15 cm de diámetro con papel de hornear.

En un bol bate la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar hasta que blanquee y se vuelva cremosa. Añade los huevos de uno en uno, dejando que se integren bien antes de añadir el siguiente. Añade la leche con la esencia de vainilla y mezcla. En un bol aparte tamiza la harina con la levadura y agrégala a la mezcla anterior. Añade la sal, la vainilla y los arándanos y da unas vueltas para que se repartan en la masa.
Introduce la masa en el molde y hornea unos 35-40 min. o hasta que al introducir un palillo salga limpio. Una vez hecho, deja templar el bizcocho antes de cortar las capas y rellenar.


Para preparar la crema trocea el chocolate en un cuenco junto a la mantequilla y calienta los 200 ml de nata. Cuando la nata hierva retira del fuego y agrégala al chocolate, removiendo bien hasta que el chocolate y la mantequilla se derritan. Deja enfriar hasta que tome consistencia. En ese punto puedes utilizar la crema tal cual o montarla con unas varillas.

Para la cobertura trocea el chocolate negro en un cuenco y calienta la nata hasta que hierva. Añádela al chocolate y remueve bien para que el chocolate se derrita. Deja enfriar hasta que tome la consistencia deseada.

Prepara un almíbar para pintar los bizcochos. Para ello, pon a calentar en un cazo 100 ml de agua y 100 g de azúcar. Cuando empiece a hervir retira del fuego y deja templar.

Montaje de la tarta

Corta el bizcocho en tres capas del mismo grosor, para un resultado óptimo puedes utilizar una lira. Píntalos con el almíbar utilizando un pincel de repostería. Cuando el bizcocho haya empapado el almíbar, extiende una buena cantidad de crema de chocolate con leche sobre la primera capa de bizcocho. Para poner la misma cantidad de crema en todas las capas puedes utilizar una cuchara de helado. Coloca encima la segunda capa de bizcocho y repite el proceso hasta terminar con la última capa de bizcocho. Con una espátula, extiende los restos de crema que hayan sobresalido por los laterales de la tarta y mete unos 10 min al congelador, o 20 min. a la nevera para que se endurezca la crema y sea más fácil cubrir la tarta.

Ahora con ayuda de una espátula, ve echándole ganache de chocolate negro en la superficie y los laterales de la tarta, intentando alisarlos. También puedes utilizar una paleta alisadora para facilitar el proceso.




Para adornar opté por una sencilla flor de fondant en tonos rosa y morado. Para ello, utilicé los colorantes Claret  y Grape Violet de la marca Sugarflair.


Tengo que pediros perdón por la calidad de las fotos, pero ese día estaba tan nublado que apenas había luz. También siento que el corte de la tarta no sea tan vistoso, pero la tarta era para celebrar un cumpleaños, y no está bien visto sacar la tarta ya empezada. Así que esta foto la saqué después de la celebración, y antes de que se fuera llevando cada uno un trozo de lo que había sobrado a su casa.


Y no me extraña que se la llevaran porque el contraste ácido de los arándanos, el amargo del chocolate negro y el sutil sabor de la vainilla están de muerte.



Espero que os haya gustado y pongáis la receta en práctica, seguro que no os decepciona.

Un beso enorme.

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